(Guantánamo, Cuba). Como una iglesia entregada, alegre, vital, apreció el Cardenal Beniamino Stella, enviado del Papa Francisco, a la diócesis de Guantánamo-Baracoa, en su visita por la celebración de los 25 años de creación de esta comunidad católica, ubicada en la región extremo oriental de Cuba.
En el templo de la parroquia La Milagrosa, una de las trece que posee la diócesis, el Cardenal ofició la misa este sábado 4 de febrero junto a varios Obispos de Cuba, sacerdotes, religiosos y laicos, en el inicio del año jubilar por el cumpleaños diocesano.
“Veo una iglesia entregada, sacrificada, con misioneros, religiosos y laicos maravillosos que son la iglesia de Cristo en medio de lomas apartadas, de difícil acceso… Veo la iglesia alegre, que canta fuerte, que responde con vitalidad a las partes de la misa. Una iglesia en la que el encuentro con Dios, las familias, las casas de misión, en la celebración de la eucaristía y en la comunión fraterna es siempre puente de gozo y de júbilo. Veo una iglesia a puertas abiertas, acogedora… Queridos amigos, sean siempre conscientes de que toda esa belleza de su rostro es un don de Dios y no nuestro. Los dones se agradecen y se cuidan con esmero, se comparten con los hermanos y amigos. Hagan siempre cada día más bello más limpio, más sano, ese rostro de la iglesia local”
… Dijo el Cardenal Beniamino Stella, quien casi finaliza su recorrido por toda la Isla para festejar junto a la iglesia cubana los veinticinco años de la visita de San Juan Pablo II y el comienzo del año jubilar para esta diócesis guantanamera.
