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Roles, competencias y herramientas

Soñar con los pies en la tierra y el corazón en Dios, hace posible que nuestro ser y quehacer como misioneros responda a las necesidades, urgencias y desafíos de nuestras comunidades, haciendo posible el camino del liderazgo, desde la óptica del servicio y la empatía con todos aquellos con quienes hacemos realidad el proyecto del Reino. Al ritmo del canto de María de Fussimanya, hemos iniciado la eucaristía, presidida por los PP. Mario Gutiérrez, cmf Fermín García, y Francis Dan Valiente, cmf de la provincia de San José del Sur. Hemos orado por los países que conforman el organismo y la vida de nuestro hermano el P. Paul Keller, cmf superior provincia de EEUU Y Canadá quien estaba de cumpleaños.

La mañana se ha movido al son de los roles, competencias y herramientas necesarias para ejercer un buen liderazgo dentro de la comunidad congregacional, en cada uno de los organismos y actividades misioneras que acompañamos. A menudo existe una brecha entre lo que la gente espera, lo que tú crees que debes hacer y lo que se supone que debes hacer. El P. Gonzalo, nos recordó que cuando uno es elegido o nombrado líder, adquiere el “poder de la silla”, más allá de sus pretensiones individuales. La silla representa simbólicamente el poder del liderazgo. Este poder desaparecer cuando el líder cesa en sus funciones, aunque en muchos casos puede conservar la autoridad moral.

A partir de allí, se presentaron los elementos que la mayoría de personas espera de los lideres, podríamos desglosarlos de la siguiente manera: 1. Que resuelva los problemas y crisis que les presenten; 2. Que mejore las cosas; 3. Que asigne recursos (personales y económicos) para llevar  a cabo acciones; 4. Que sepa negociar cuando sea necesario; 5. Que los represente ante otras instituciones; 6. Que esté bien relacionado y tenga contactos; 7. Que oriente y motive a los miembros de la institución; 8. Que se entere de “lo que se está cociendo” o “de qué va la película”; 9. Que los mantenga informados; 10. Que sepa “vender” lo que son; 11.Que sepa utilizar los sistemas de gestión necesarios.

A continuación, el P. Paulson, compartió “las etapas de desarrollo del grupo de Tuckman”, basados en la Formación, el conflicto, la normatividad, la actuación y la terminación, con los cuales se pude observar cómo se encuentra los equipos en el proceso del liderazgo. Un buen líder sabe delegar con eficacia, desarrollar una cultura que facilita la fraternidad, sinceridad y alegría de trabajar juntos, además de la claridad y consenso sobre valores y principios.

La tarde fue el escenario para trabajar las seis herramientas que se deben tener en cuenta en el ejercicio del liderazgo de los equipos de animación provincial, a saber: a) Plan de Acción del gobierno (o equipo); b) Conversaciones generativas; c) Reuniones del consejo (o equipo), d) Visitas canónicas (y periciales); e) Visitas de animación y formativas; f) Convivencias. El P. Gonzalo fue el encargado de brindar algunos consejos para el buen ejercicio de la animación en los organismos, para ello, es importante tener en cuenta: 1. Partir de las resoluciones del Capítulo Provincial; 2. Tener en cuenta el Plan de Acción del Gobierno General; 3. Hacer un plan concreto, realista y factible; 4. Indicar claramente objetivos, acciones, responsables y plazos; 5. Actualizarlo con la programación anual; 6. Revisarlo al menos dos veces al año. Además de tener en cuenta las Constituciones, Directorio y planes elaborados a nivel congregacional. Finalmente, la noche nos permitió agradecer a María Santísima por la jornada de trabajo realizado.

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