(Bayamón, Puerto Rico). El pasado sábado, 30 de octubre de 2021, la Pastoral Juvenil Vocacional Claretiana de PR celebró su tan esperado Encuentro Nacional de Jóvenes Claretianos. Animados por el lema, “Tu Vida Es Misión”, las cinco comunidades Claretianas de PR (Parroquias Santa María, Claret, San José, Inmaculado Corazón de María y Nuestra Señora del Carmen) se encontraron en la cancha de la Parroquia San José de Magnolia en Bayamón, para compartir una noche de alegría y gozo con el carisma Claretiano que les caracteriza. Con canciones, juegos, momentos de diálogo y reflexión y adoración al Santísimo, los jóvenes Claretianos vivieron como sus vidas deben ser misión.
El ENJC 2021 fue guiado por el versículo de Jeremías 1,5: “Antes de haberte formado yo en el vientre, te conocía, y antes que nacieses, te consagré y te constituí: profeta de las naciones”.
A través de este, los jóvenes recorrieron tres verbos claves: conocidos, consagrados y destinados. Dios nos conocía desde antes de nacer, Él nos ha llamado por nuestros nombres con el propósito de ser mensajeros, transmisores y experiencia viva de Jesús en el mundo que vivimos. Al Dios llamarnos por nuestro nombre nos invita a entender cómo estamos viviendo nuestro caminar. A través de la consagración en el bautismo nos convertimos en hermanos de comunidad. Finalmente, Él nos ha destinado a ser profetas de las naciones, a compartir con alegría la misión que Dios nos invita a realizar de llevar al mundo entero el Evangelio.
Dios nos conocía desde antes de nacer, Él nos ha llamado por nuestros nombres con el propósito de ser mensajeros, transmisores y experiencia viva de Jesús en el mundo que vivimos.
El ENJC 2021 no culminó con este último verbo, ya que los jóvenes recibieron una exhortación de parte de sus misioneros Claretianos a realizar acciones misioneras en cada una de sus comunidades. Al ser destinados y enviados, los jóvenes entendieron como su Vida Es Misión para el mundo y salieron con júbilo al reconocer que son acompañados por el Espíritu Santo en su camino misionero.
Por Ámbar Llanos
