(Santo Domingo, Rep. Dominicana) Con el deseo de seguir discerniendo la voluntad de Dios en comunidad, se celebró en Santo Domingo la IX Asamblea de los Misioneros Claretianos en Antillas, un espacio de escucha, evaluación, proyección y comunión que reunió a los misioneros de la Delegación entre los días 12 y 16 de mayo.
El camino comenzó con un retiro espiritual, recordando que un misionero feliz es aquel que tiene “el corazón en la misión y la misión en el corazón”. Las jornadas se desarrollaron bajo distintas claves que marcaron el ritmo del encuentro: descubrir, soñar, diseñar y comprometerse.
Durante la Asamblea se evaluó el caminar reciente de la Delegación y se trabajó, en equipos y plenarios, en la formulación de sueños y compromisos para cada prefectura, como expresión del proyecto común de misión. Se abordaron también temas fundamentales como los Proyectos de Desarrollo, la Pastoral Juvenil Vocacional (PJV), la formación, Presencia Claretiana en Haití y Cuba, etc.
Uno de los momentos más significativos fue el anuncio del nuevo Gobierno de la Delegación para el trienio 2025–2028, conformado por los PP. Fausto Cruz Rosa (Superior), Jairo Antonio Pérez del Rosario (Consultor y Prefecto de Economía), Maxo Deraxin (Consultor) y Luis Enrique Ortiz (Consultor).
A modo de exhortación final, el P. Carlos animó a los misioneros a dejarse iluminar por el Evangelio, a ser místicos misioneros que aman y cuidan la oración, y a fortalecer el gran espíritu misionero que ya caracteriza a los claretianos en Antillas. Por su parte, el nuevo Superior Delegado, P. Fausto recordó que “hoy en día muchas voces nos hablan, especialmente en los medios y redes. Pero estamos llamados a escuchar la voz del Buen Pastor, que guía y orienta. Es importante escuchar a las personas; como pastores, estamos llamados a conocerlas, atenderlas y animarlas a seguir y centrarse en Jesús.”
Con corazones agradecidos y renovados, los misioneros claretianos de Antillas cierran esta Asamblea fortalecidos en su identidad, animados en la fe y comprometidos a seguir soñando, sirviendo y caminando juntos en la misión que el Señor les confía.







